La historia de Toni

Toni tiene 48 años y convive con una tetraplejia desde que tenía 2 años. A lo largo de su vida ha pasado por distintas formas de manejo urinario, empezando por el uso pañales y más tarde, en el colegio, con colectores. Hasta que en 2014–2015 un problema grave en los riñones le llevó a iniciar el sondaje, una decisión que reconoce que debería haber tomado antes para haber evitado cualquier complicación.

Aunque el inicio del sondaje fue extraño y le costó adaptarse, con el tiempo Toni comprobó que su calidad de vida mejoró de forma muy significativa. El sondaje le dio tranquilidad y autonomía, tanto en su día a día como en situaciones sociales, permitiéndole ir al baño con normalidad cuando sale.

El deporte siempre ha sido una parte esencial de su vida. Desde que era pequeño, juega al baloncesto y más tarde comenzó a practicar también rugby. Explica que ambos deportes los comenzó aproximadamente al mismo tiempo que cuando comenzó el sondaje. Comenta que le ayuda a controlar los esfínteres durante el esfuerzo físico y a centrarse en disfrutar sin preocupaciones. 

También destaca la importancia de la higiene y de contar con sondas adecuadas, destacando la lubricación, la facilidad de poder llevarlas en el bolsillo y poder pegar el envoltorio en una superficie que te permita estar con las manos libres. Menciona que estas sondas son clave para reducir las infecciones urinarias que sufrió durante mucho tiempo y que, gracias a ellas, lleva cerca de 4 años sin ellas.

Acostumbrado a convivir con su discapacidad, Toni lanza un mensaje claro a quienes tengan que pasar por una situación similar: “La vida sigue […] es una nueva vida, con otro formato, pero se puede hacer de todo”. Casado, activo e independiente, defiende que nada te impide a hacer tus sueños, “simplemente que vas sentado en una silla de ruedas”.